La Capilla de la Aldea de Diagares, capilla de Santo Antonio, fue construida a mediados del siglo XVII por una familia noble de apellido Pereira, vinculada a Carvalhos de S. Pedro, en Santa Marinha do Zêzere. Tras la construcción de esta capilla, el objetivo era construir una casa noble en una de las paredes laterales; sin embargo, este proyecto fue abandonado por los señores de Diagares, ya que los lazos familiares se cruzaron con la familia de los Pintos de Mesquita, propietarios de la conocida casa de Vila Verde, en Lousada, donde fijaron su residencia. También fue trasladado a la Capilla de la Casa de Vila Verde el escudo de armas que se encontraba en una de las casas señoriales de la aldea (Casa de Diagares).

Cabe destacar que la capilla tenía una puerta lateral por donde entraban los hidalgos, para no cruzarse con los miembros del pueblo que entraban por la puerta principal de la capilla.